Adversum Beatitudinem (Contra la Felicidad)

"La vida pareciere ser una especie de error"

Arthur Schopenhauer 

A lo largo de la existencia del mundo, ha habitado uno de los más desastrosas creaciones o intentos de creaciones de Dios y que en concecuencia se transformó en un error garrafal [por error me refiero a los humanos]. Este error dentro de sus más diversas experimentaciones aberrantes creó una idea para con sus camaradas; es menester aclarar que estas basuras han creado un sin fin de porquerías en pos de un "bienestar" ilusorio para seguir perpetrando su asquerosa especie. Puedo numerar un sin fin de ilusiones que estas alimañas enfermas han creado para sí mismas y así seguir destruyendo este hermoso planeta: amor, esperanza, caridad, vida, unión, etc. Mas dentro de las ilusiones que existen en las mentes enfermas hay una que se multiplica por doquier en las cabezas de las multitudes y que motiva a que estas perversiones sigan produciéndose por montones: no es esperanza, no es amor, es algo que motivas estas porquerías: me refiero a la Felicidad.

Si nos metemos en la mente de una de estas alimañas enfermas veremos que siempre tiene anhelos y metas y un FIN que hace que se llene de estos anhelos y metas: pues el FIN es ser feliz. Los mismísimos hombres de saber [no me refiero a los estúpidos científicos ni a los retardados "gurús", sino que a los verdaderos sabios: filósofos] durante toda la historia han exclamado que el humano puede y debe ser feliz para prolongar su existencia, han fundamentado innumerables éticas en pos de este irrisorio FIN. Como todo en la vida de estos errores [humanos] se basan en alucinaciones, de los cuales yo no me referiré, el delirio mayor por los cuales estas alimañas enfermas siguen pululando por este hermoso y maravilloso planeta arrasando todo, extinguiendo a todos los seres vivos, es esta sobre valorada idea de ser felices. Es como si fuera su motor para seguir existiendo, destruyendo, aniquilando, etc. Debido a este FIN el humano ha adquirido el amor por su detestable vida; ha creído ciegamente y por tanto ha tenido esperanza de que vendrán tiempos mejores.

Por ende debo darle las gracias a los miserables que en su esquizofrenia crearon la motivación para las basuras [humanos]: ser felices. Pero es agradable a la vista ver cuando estas porquerías se dan cuenta de que en lo que más creían y por lo cual actuaban era una vil y a la vez ingeniosa mentira, pero me da a pensar que quizás estas porquerías no son tan estúpidas y sabían, después de todo, que su creencia era una falacia y la utilizaron como una razón [sea cierta o falsa] para seguir contruyendo su camino de destrucción masiva; si pareciera ser que el fin último de sus vidas [la felicidad] es igual que sus vidas mismas: irreales.