lunes, 26 de marzo de 2012

FIN

La noche ha sido interminable desde que la claridad desapareció de mi alma. En algún instante de mi existir mi camino se destruyó y todo quedó hecho trizas por mi mente enferma; de vez en cuando en esa oscuridad medito sobre lo que soy y al final llego a la misma conclusión: ¿¡¡¡que he hecho!!!?
La noche sigue su inexorable camino devastador devorándose a aquel niño que un día muy distante fue dichoso dejándome solo, de suerte que por su tierna edad pecó de ingenuidad. De vez en cuando creo que esa negrura es mi única amiga, pues es la única que de aquí en más me entiende; cuando cubrió mi frente de tormento, cual dictadora es me impuso ser su exclusiva compañía, de ahí entonces por fuerza de costumbre hemos llevado una relación de camaradería casi provechosa. Casi.
Ha pasado tanto tiempo que he olvidado como era sonreír, como era amar, en definitiva como ser feliz; anhelo la grata compañía de mis antiguos amigos pero que ahora ya no existen debido al triste fallecimiento de mi antigua identidad. Con la noche en mis hombros he perdido todo aquello que me sostenía y me dirigía hacia un futuro provechoso, pero debo agradecer a la oscuridad que me ha aclarado los ojos y he visto la triste y deprimente realidad. Solo por eso debo alabar a esta fría y despiadada amiga.
La imagen se ve borrosa pero logro distinguir las tinieblas que toman mi mano y me guían por el nuevo camino que estas me han trazado, las tinieblas son mi lazarillo y yo soy el ciego condenado a la eterna niebla. Las tinieblas guían mi obrar, mi pensar, mi desear, mi vida. Maldito ser manipulable es en lo que me he convertido, nada mas.
Mi camino, negro como el carbón, mi nuevo camino, tiene escrito con fuego y sangre mi nuevo nombre, no se cómo reconozco que es mi nuevo nombre pero se que esa escritura que esta a mis pies es mi punto de partida hacia una inmensidad que abarca más allá de la vista de un simple mortal. Este camino sombrío y oscuro me invita a recorrerlo con ofertas que desafían mi comprensión pero que son tentadoras, yo como estúpido acepto.
La noche.
La descomunal noche.
Solo me queda eso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario