Eres la más hermosa idea que pudo haber cruzado mi
mente.
Que cuando llegaste a mi imaginación te guardé y atesoré como el mejor
don que Dios me regaló.
Aun cuando seas un hermoso espejismos en la inmensidad de la nada,
creeré en ti hasta que las velas no ardan.
Si la perfección del mundo se tradujera en una sola frase, esa frase
sería tu nombre y como celoso guardián protegería esa palabra.
No puedo tenerte ni en la realidad ni en la fantasía, pero si
existieran millones de soles, a todos ellos sacrificaría.
Por un beso tuyo yo ejércitos acabaría.
Una sensación frustrada de poder poseerte, un sentimiento inconcluso de
poder tenerte.
Amada mía, imploro al universo, a la vida y a Dios poder amarte como
corresponde y que tu dulce amor que sana y revive a los muertos poder en
tu infinita hermosura y debilidad, salvarte.
Los dioses del olimpo algún día puedan bendecirte y yo ser un humilde
asistente a aquel jugoso banquete. Poder decirte: estrella que ilumina mi
firmamento, solo dame tu hermosa luz desde el infinito del tiempo, solo
un día te pido que te poses sobre mi triste figura y cambies aquella
deforme postura.
Musa que me hiciste conocer la hermosura del los tiempos, por favor
déjame probar el sabor de tu perfección y a tu lado cual insecto,
miserable gusano de la tierra, poder alabarte.
Mujer de excesiva perfección déjame con tu infinito amor, en el abrazo de
la muerte mis cortos días poner fin y en la nada de mi triste figura,
poder en el ocaso de mi tiempo ser feliz a tu lado con la miseria de la
vida y la bendición de tu cuerpo morir sediento y contento de poder
aunque sea un segundo en la totalidad de la historia de la humanidad
toda ser tan solo una coma de tu historia.
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