¿Y si tan solo soy un loco, qué me depara el destino?
Una triste tonada de violín en un funeral vacío.
Vi a mi alrededor y solo estaba yo mirando aquel ataúd.
¿Si tan solo soy un loco, qué me depara el destino?
Una triste tonada de violín en un funeral vacío.
Vi a mi alrededor y solo estaba yo mirando aquel ataúd.
¿Si tan solo soy un loco, qué me depara el destino?
Si el destino me depara un vaivén de emociones, conversaré con él y le diré que la vida es un péndulo.
Sucede que veo el doble y el triple.
Si mis amigos dicen que no estoy cuerdo, yo le digo que ellos son los enfermos.
Pues el mundo es un triste paciente siquiatrico, yo soy uno de los tanto demonios que lo desquiciaron.
Pues el mundo es un triste paciente siquiatrico, yo soy uno de los tanto demonios que lo desquiciaron.
¿Y si tan solo soy un loco? La vida es un chiste, un mal chiste.
¿Qué me depara el destino si tan solo soy un loco? Una simple defensa contra los cuerdos.
La apología contra la vida y sus manifestaciones, una triste abogacía frente a un juez.
La condena de antemano me la muestran al final y el jurado son payasos que se ríen de mi, se ríen de mi...
Triste escena me toca en el circo ya que no actúo y la gente se ríe.
La gente se ríe...
El ataúd se ríe, el funeral se ríe, la vida se ríe, el violín se ríe, yo me rió
¿De qué me río?
Carcajadas de un payaso que llora por un chiste mal contado, carcajadas de un payaso porque la vida es mala.
¿Si tan solo soy un loco, que me depara el destino?
Una defensa, la apología del esquizofrenico.