En una convención internacional de medicina realizada en Suiza, se reunieron los mejores médicos del mundo para debatir y sanar una enfermedad que estaba causando un revuelo muy desbastador. Hasta el momento no se había encontrado cura, ningún médico ni especialista fue capaz de dar una respuesta convincente o solución a esta epidemia. Todo se veía gris para la humanidad.
Ya había terminado de exponer el doctor Tuncay Sarioglú y le tocaba exponer al profesor Leónidas Turgeniev, que era profesor de filosofía y había sido invitado por los organizadores; los comentarios de los galenos no se hicieron esperar por ser este hombre solo un profesor y no un facultativo de la salud propio para la ocasión. Entonces el discurso del profesor comenzó.
"Señores médicos de todo el mundo, he escuchado sus rumores y sus críticas de mi visita e intervención en esta conferencia, pero les aseguro que no vengo con el afán de dejarlos sin trabajo. He analizado la enfermedad que ahora ataca al mundo y he decidido nombrarla síndrome del buen amigo; se preguntarán porque lo he designado así a este trastorno, pues bien les explico: he analizado el comportamiento de los afectados con este 'síndrome' y he sacado resultados que en todos los casos coinciden exactamente. Aquellos que tienen esta afección se caracterizan por ser buenos con el resto de las personas, los que tienen cercanía con algún individuo procuran con gran afán tratar de mejorarle la vida al sujeto al que ha sido ayudado. Son tan buenos que se olvidan de si mismos y de sus vidas hasta tal punto que terminan solos; en vista de que estas personas 'enfermas' tienen esta cualidad, el resto de las personas abusan de la buena disposición y voluntad de los 'enfermos', es decir son utilizados como instrumentos. La mayor característica de estas personas es que cuando ya mejoran las vidas del resto, terminan solo y aislados.
Pues bien señores médicos, ya he expuesto esta 'alteración mental' y para terminar mi intervención le dejo esta pregunta ¿quienes son realmente los enfermos, estas personas o nosotros?"
El gran auditorio que estaba en Suiza quedo en silencio.
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