miércoles, 3 de octubre de 2012

Ella

Tensa espera es mi vida...
Vigilante me mantengo en espera de tu sonrisa...
Algún destello de tus ojos que me hablen...
Yo, un hombre sin alegría, con tan solo una palabra tuya mi alma se estremece...
Contemplo desde la distancia tus gesto que me encantan, desde la distancia tu hermoso caminar...
Sueño con el día en que sentiré tu pelo en mi cara y oler ese exquisito aroma a mujer...
Vas buscando a otro sin recibir respuesta, vas por la vida explorando un nuevo amor que te haga feliz, sin saber que estoy dispuesto a todo por ti...
En mi imaginación llegas a mis brazos y te entregas...
En mi imaginación estas a mi lado y soy feliz...
Triste realidad es pensar y saber que no puedo llegar a ti, triste es saber que solo soy una sombra en tu encantadora existencia...
Ideo maneras de poder acercarme a tu vida, ideo métodos de que des cuenta de que siempre a tu lado estoy...
Y aunque a tu lado estoy, desapercibido voy...
Hago tratos con la vida para que me de una oportunidad de poder hablarte y que sepas que mi corazón es tuyo...
Ruego a Dios que suceda un evento cósmico y gires tu cabeza: si mi amor ahí estoy, sí, a tu lado voy...
Todo tu ser es exótico para mí, toda tu vida es perfecta para mi...
Eres tan hermosa en realidad que quisiera saborear esa perfecta humanidad...
Si tan solo giraras tu cabeza y vieras que ahí estoy, si tan solo miraras a tu alrededor: sí mi amor aquí voy...
Dame una señal y yo responderé, dame un indicio y yo acudiré...
Eres tan perfecta para mi, solo dame la oportunidad de demostrarte que solo te quiero a ti, sí, solo a ti...
Quiero ser parte de tu vida, de tu existencia, de tu futuro, ser parte de ti...
Sueño, deliro con tu aroma de hermosa mujer...
¿Puedo tenerte en mis brazos en un tiempo eterno?...
Solo gira tu cabeza y estaré contigo por siempre...
¡Sí! mi amor ahí estoy...

lunes, 1 de octubre de 2012

Sereno

Me despedí de mis hermanos después de almorzar, de repente tuve la sensación de salir a caminar si un rumbo fijo, solo salir y despejarme después de un almuerzo muy habitual. Como es común en mi familia se pasa de la alegría a la tristeza en un parpadeo, ese movimiento constante de emociones típicos de seres bipolares que se da en mi clan es estresante para mi alicaída mente; si, sería grato salir a caminar.
Misteriosamente no pululan personas por las veredas lo que hace una caminata fuera del promedio normal, de las veces que he salido a recorrer las sendas es común algún transeúnte que me detenga a saludarme con un afectuoso hola como estas, mi educación siempre me aconseja devolver el gesto con una sonrisa en la cara y luego continuar con mi ociosa travesía. En esta ocasión no es así, misteriosamente el gentío prefirió acurrucarse en sus modestos hogares; pienso.
Embebido en mis razonamientos dignos de tratados he perdido la noción del espacio y del tiempo, sí, llevo un reloj pero en esta oportunidad no me percato de sus latidos; absorto en mi imaginación de lugares cósmicos con aliens gentiles he perdido la concentración; ensimismado en mis posibles soluciones a las hazañas más increíbles que los hombres pueden imaginar no me he dado cuenta de que ha comenzado a llover y mucho menos que camino completamente empapado.
Miro al cielo y éste me devuelve la mirada congestionada, con una sonrisa encapotada, miro mi atuendo que estila las lágrimas de las nubes y, contrario a cualquier exclamación humana de repudio por la situación, comienzo a sonreír. La lluvia sobre mí, esa agua que cae sobre mi rostro que alzo al firmamento ejerce una tenue presión sobre mi sensibilidad facial; sin previo aviso me detengo en medio de la nada y comienzo a sentir. Con la vista alzada y sintiendo las caricias de las nubes siento su amor que estremece toda mi humanidad, siento su amor que recorre toda mi piel, siento sus infinitos abrazos de tranquilidad como una madre consuela a su retoño; comienzo a recordar.
Dentro de mis años nunca sentí un verdadero cariño, pero con el aguacero recorriendo cada rincón de mi cuerpo percibo que desde lo más interior de mi ser comienza a emerger un sentimiento que o nunca lo había sentido o ya lo había olvidado. De repente bajo mi mirada y veo que a lo lejos hay un parquecito, sin lugar a vacilaciones corro hacia ese sector verde de calma y me recuesto sobre el césped húmedo.
De espalda al suelo y con mi visión fija en un punto invisible del cielo gris cierro los ojos y comienzo a relajarme, esa sensación que emerge de mi interior relaja cada músculo de mi cuerpo agotado por el peso de los años, esa sensación que emerge de mi interior calma mis atormentados pensamientos, en fin esa agradable sensación que viene de mi interior diciendo permiso, voy a pasar, domina todo mi yo y en un instante me uno con la tranquilidad del viento que me susurra en el oído diciéndome te amo. Recostado sobre el pasto, con los ojos cerrados y fundido con el viento, la lluvia cae sin cesar sobre toda la creación; mi alma afligida por los fantasmas del silencio se relaja y sin saber por qué comienzo a llorar.
Recostado sobre la hierba con la lluvia cayendo sobre mi ser y el viento recitándome los más hermosos poemas que mi conciencia ha escuchado, en ese preciso momento, en aquel preciso lugar me siento en paz.