miércoles, 21 de agosto de 2013

versus

NOS MIRAMOS DE FRENTE ESPERANDO A QUE ALGUNO SE MUEVA.
INTENTO PENETRAR TU MIRADA Y VER TU ATAQUE.
ME MIRAS CON TU MIRADA PROFUNDA Y OSCURA.
SIENTO LA FRIALDAD DE TU ALMA Y ME ES UNA SENSACIÓN CONOCIDA.
ESPERO IMPERTÉRRITO LA ESTOCADA, Y TU RÍES, Y TU RÍES.
SIN ESPERAR LA ESTOCADA ME MUEVO HACIA TI.
Y TUS OJOS OSCUROS HIELAN MI SER.
TE RÍES, TE RÍES.
ESTOY INMÓVIL E INDEFENSO.
TE ACERCAS A MI CON MIRADA INQUISITIVA-
¿A QUE LE TEMES?...
EL MIEDO BROTA DE MIS OJOS E INUNDA EL LUGAR.
DICEN QUE LA MUERTE ES ABRIGADORA PERO FRÍA, COMENTAS.
¿QUE SE SENTIRÁ MORIR? ME PREGUNTAS.
NO PIERDAS EL TIEMPO PREGUNTÁNDOLE A UN TERMINAL, TE DIGO,QUE TARDE O TEMPRANO ME IRÉ PERO NO SIN ANTES LLEVARTE CONMIGO.
FRENTE A ESTO CAMBIAS TU POSTURA Y ME APUÑALAS.
JA JA JA JA YA NO SIENTO DOLOR, TE DIGO, QUE LOS MUERTOS YA SON INSENSIBLES.
TE RÍES.
¿POR QUE TE RÍES?...
PORQUE AUNQUE TU MUERAS, AUN ASÍ YO DEBERÉ MORIR TAMBIÉN.
TUS OJOS OSCUROS COMO LA NOCHE SE POSAN EN MI FIGURA CERCA, MUY CERCA.
RESPIRAS SOBRE MI CARA: ESTAMOS CONDENADOS.
YO INMÓVIL Y TEMEROSO; TU TRIUNFANTE Y CONDENADO.
TE PREGUNTO: ¿A QUE LE TEMES?...
A QUE SEAS FELIZ, LOS MUERTOS NO SIENTEN EL SOL.
¿COMO LLEGAMOS A ESTE PUNTO? - NO VALE LA PENA RECORDARLO.
AYÚDAME QUE ME DESANGRO, APELO A TU HUMANIDAD, AUN QUIERO VIVIR.
NO TE QUIERO MATAR PUES NO ME CONVIENE PERO QUIERO SANARTE DE UN MAL.
¿ESTOY ENFERMO?...
SI, TU ENFERMEDAD SE LLAMA ESPERANZA Y TE LA VOY EXTIRPAR.
PERO PARA HACER ESO DEBES LLEVARTE MI VIDA CON MI ALMA.
Y TU MIRÁNDOME CON ESOS OJOS OSCUROS QUE PESADILLAS ME PROVOCABAN ME DICES: EL CÁNCER TARDE O TEMPRANO CONSUME.
¿ES ESTO POSIBLE?...
LOGRO VER DENTRO DE TU UNA PIZCA DE HUMANIDAD Y ME PREGUNTAS: ¿QUE SE SIENTE EL SOL?
ES HERMOSO.
Y ANTES DE ENTERRAR EL PUÑAL EN MI CORAZÓN ME DICES: HAS SIDO BENDECIDO CON EL SUFRIMIENTO.
ANTES DE MORIR DIGO: NO SOMOS HERMANOS, NO SOMO AMIGOS, SOMOS EL MISMO, HAS CUMPLIDO TU MISIÓN, LA ESPERANZA EN MI YA SE FUE.
Y ANTES DE MORIR ME DICES CON TUS OJOS OSCUROS: BIENVENIDO AL REINO DE LOS CIELOS.
ABRO LOS OJOS Y NO ESTAS, TENGO EL PUÑAL EN LA MANO ENSANGRENTADA, LEVANTO LA MIRADA HACIA EL SOL Y DIGO: TENIAS RAZON, ES HERMOSO.

domingo, 11 de agosto de 2013

Por qué hay que perder la esperanza

Antes de comenzar este breve esbozo quisiera hacer un pequeño comentario para aquellos que creen que para todos existe una regla universal que favorece a quien la aplica. Así como se ha visto casos en los que a quien se le ocurre la vaga idea de iniciar un proyecto de vida y le resulta, también existe la otra cara de la moneda (y por cierto esta cara es tan negra como la oscuridad); pues bien, para este horrendo lado de la realidad es para quien va este mensaje.
Somos millones y millones de humanos que habitamos este planeta moribundo. Todos y cada uno de los humanos existentes tienen variadas visiones y perspectivas de cómo proseguirán su vida día a día, pensando en cada acción a tomar en consecuencia con los sucesos recibidos; todos y cada uno de nosotros vemos lo dado, evaluamos lo adquirido y elegimos las acciones a seguir en la vertiginosa vorágine de la existencia. Mas, cuando elegimos y actuamos se pueden dar dos situaciones: que el resultado dado nos sea favorable o que el resultado dado nos sea adverso y es en esta división en donde centraré mi atención.
Siempre hemos creído (pues solo somos humanos ilusos) que tenemos las riendas de nuestras vidas y debido a este ímpetu nos movemos por la vida; como actuamos en base a esa deprimente creencia analizando, evaluando, eligiendo, obtenemos de la vida el bien o la desgracia. Cuando obtenemos el bien (o lo que nos favorece) andamos por la vida irradiando felicidad y creyendo que podemos hacer todo lo que nos es posible tan solo con paciencia y voluntad: esperando el momento adecuado y aguantando inquebrantablemente, cuando realmente no depende de nosotros aquello que anhelamos, sino mas bien es la vida quien nos da y nos quita. Sucede en ocasiones que hay humanos a los que se les ocurre cualquier estupidez, la buscan y misteriosamente la encuentran y éstos claman con soberbia: yo soy voluntad pura, cualquier cosa que quiera lo tendré. Ellos creen que con la sola autodeterminación, con su voluntad, con su paciencia, con su entereza pueden lograr lo que quieran y así es, pues aquellos que desean algo y lo intentan la vida se los da; estos humanos que se sienten realizados pregonan a los cuatro vientos que es posible ser felices, realizarse como personas, lograr estabilidad y un sin fin más de imbecilidades que es entendible porque la vida se los da sin chistar, por lo que debido a sus propias experiencia personales aconsejan, escriben libros, etcétera los que están del otro lado de la vida.
Por una vez en la historia universal seamos bondadosos y solidarios con aquellos que vivimos en la otra cara. He dicho que existen humanos que la vida les da todo lo que desean, que con solo una pequeña determinación logran su objetivo, pero ¿qué sucede con los otros? He aquí sus sensaciones o parte de ellas.
 Cuando observamos que nuestros pares logran lo que desean y nos aconsejan que perseveremos pecamos de ingenuos por hacer caso de estas artimañas: creemos que con nuestra voluntad (que por cierto esta sobrevalorada y muy trillada) más paciencia podremos surgir y sacarnos el lastre del pasado y del tiempo que llevamos a cuestas. Aplicamos esto y, curioso, no resulta; nos preguntamos qué paso aquí, volvemos a intentarlo y nuevamente el fracaso son escupe la cara con risa irónica y mirada despreciativa; los más perpicaces se dan cuenta de que malgastar esfuerzo en imposibilidades es pérdida de tiempo y hay otros pobres mortales que les invade una enfermedad tan o mas contagiosa que el miedo: la esperanza. Los que somos más sagaces y detectamos la burla aconsejamos a aquellos condenados para que cesen en su búsqueda, mas somos acusados de pesimistas (la mayoría de aquellos que o no entienden esta división esencial, o aquellos que todo lo ven bonito). Somo el lado B de la vida que no nos resulta nada por más que intentemos hasta el punto de desangrarnos; somo aquellos que los dichos populares dicen: tienen mala suerte en la vida; somos aquellos que estamos condenados a la burla de nuestros pares por nuestra fortuna negativa y a la burla de la vida por creer que podemos aspirar a más y mejor calidad de vida de la que ya poseemos, ¿es tanto pedir un poquito de sol en nuestra eterna oscuridad?
No es culpa nuestra, no es culpa de los felices y bienaventurados, es culpa de ese tirano invisible e inmaterial que nos da y nos quita, que premia a los que a veces no deben y castiga a los desvalidos hambrientos de compasión (no le pongo nombre a este "algo" para evitar extender más esta reflexión). Pobre de los que son B y no A; pobres de los que tienen sus días contados; pobres de los que la negatividad se los carcome día tras día; pobre de los que en su obstinación, ingenuidad, esperanza, ilusión intentan eternamente salir del lado oscuro de la vida para sentir y ver el sol que es lo que más deseamos; pobre de los resignados a habitar en la penumbra; pobre de los que se debaten entre la fe y la resignación que los ahoga y atormenta en su caminar; pobre de los desamparados.
¿Qué hacer con la burla de la vida? 
En nuestro estado siempre cada cosa a la que aspiremos a obtener nunca será nuestra posesión. Como todo humano somos perfectos porque somos pero en algún momento esa perfección desaparece. En algún momento esta división fundamental nos aleja de nuestros hermanos y semejantes y pasamos a las eternas penumbras.
¿Esperanza? Para nosotros los condenados esa virtud es un suplicio, un martirio, una enfermedad que es transmitida por un cáncer que no nos deja vivir en nuestra miseria esperando el fin de nuestros negros días, cáncer que se propaga como una vil metástasis: VIDA.